Uniendo migajas dispersas de mi historia personal es como escribo esto, hilvanando pedacitos de mi vida, de mis recuerdos. Cada migaja tiene distintos matices que pintan los momentos tristes, de melancolía; matices con los que se tiñen los hechos que lastimaron mi alma, otros que pintaron dulzura y alegría, que dejaron cicatrices, que están ahí... perdidos, a veces produciendo algún sentimiento punzante otras irradiando luz de esperanza a mi vida. El amor hizo que uniera cada trozo para que, personas como las que an llegado ahora a mi vida, con corazón de niño, cuando me sienta sola me brinden abrigo y apoyo, y no me olviden, que descubran mis raíces, recuerden a quienes dejaron una huella en mí y sepan quien fui. Que sepan que fui una soñadora que amó la vida, andar descalza sin prejuicios, respirar el aire madrugador del monte, escuchar el runrunear del río, cantar y bailar, reír, amar a Dios, querer a la gente, jugar con los niños, que fui buena, …amar y vivir la vida en plenitud con un canto de poesía que llega al fondo del alma …
Pero el amor, el amor que reflejan en todas las bellas personas que se unen, para formar una familia ¡Jamás, jamás, podrá imitarse! ¿Es acaso solo un sueño mío? Por que conocimos el cariño familiar, de padre y madre, de hermanos y amigos. Por que sabemos de la inocente niñez, de la soñadora y romántica juventud, del dolor por el fracaso, o de la alegría del triunfo.
Si, por que nos encontraremos en alguna estación primaveral, porqué decidimos recorrer juntos el resto del camino, hasta el final por que la única razón de la vida es querer y quererse. Quererse con el corazón. Así, cuando asome una nueva primavera nuevos retoños y flores frescas perfumaran el aire. Mariposas del alma agitaran sus alas en maravillosa música, en llanto de niña. Mansedumbre, rumor de agua que entre escollos corre, sin descanso. Es la vida que continúa con brillo de fe, esperanza, esparciendo migajas de amor por siempre
Pero el amor, el amor que reflejan en todas las bellas personas que se unen, para formar una familia ¡Jamás, jamás, podrá imitarse! ¿Es acaso solo un sueño mío? Por que conocimos el cariño familiar, de padre y madre, de hermanos y amigos. Por que sabemos de la inocente niñez, de la soñadora y romántica juventud, del dolor por el fracaso, o de la alegría del triunfo.
Si, por que nos encontraremos en alguna estación primaveral, porqué decidimos recorrer juntos el resto del camino, hasta el final por que la única razón de la vida es querer y quererse. Quererse con el corazón. Así, cuando asome una nueva primavera nuevos retoños y flores frescas perfumaran el aire. Mariposas del alma agitaran sus alas en maravillosa música, en llanto de niña. Mansedumbre, rumor de agua que entre escollos corre, sin descanso. Es la vida que continúa con brillo de fe, esperanza, esparciendo migajas de amor por siempre
Autora:Dalia Hernandez.
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