Hoy el día transcurrió de forma diferente al resto.No es que haya ocurrido algo especial,sino que yo le he echo especial.La noche anterior,tras los velos del insomnio me paré a coger de la estanteria del alma,el libro en el cual mi vida está plasmada.Le abrí por la primera página,al principio un tanto con resquemor,una pincelada de dolor y a medida que iba leyendo cada acontecimiento,el vacío desaparecía.Hoy creo que la venda que cubrió mis ojos durante tantísimo tiempo,al fin se ha caído...no es que se haya caido en sí,sino que yo misma y con mis manos la he arrancado de mis ojos. Hoy por fin puedo ver...el amanecer sobre los amplios ventanales,el rocío que cubre el alba, los rayos de sol, cuán suaviza la expresión,antes triste de mi rostro. Hoy por fin respiro, con tanta intensidad como lo hice en el momento en que salí del vientre de mi querida madre. Hoy por fín, puedo darle gracias a la vida... porque escogí el camino correcto, pude encauzar mi vida sumida en la tristeza... sin embargo, siempre tuve un atisbo de esperanza, creí en mi en todo momento, aunque en muchas ocasiones,mis fuerzas flaquearan. He escogido el camino de mi propio reencuentro,el de seguir adelante a pesar de todas las adversidades,el de la constancia,el de la fuerza interior,el de dar desde lo más profundo sin esperar a recibir nada.A partir de hoy, he aprendido a saborear, disfrutar de cada instante de mi espacio,de la vida,de mis seres queridos... Lucharé cada día por marcarme un nuevo amanecer, un nuevo día.
Autora:Dalia Hernandez.
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