Por ti...
Hoy la necesidad de contarte lo que nace de mi se vuelve una misión imposible de evitar, te volviste la razón de todas mis razones, me volviste música, color de la vida desde que llegaste a mí, convertiste en palabras los sentimientos silenciosos y a mis pensamientos le pintaste alas de seda, reviviste mis deseos y renovaste este espíritu cansado.
Antes de tenerte, yo era un racimo pequeñito de ilusiones huérfanas, apagadas, olvidadas… Hoy naufrago en un mar de estrellas que inventaste para mí, hoy resuena en mis oídos la música de tu alma fundida en la mía…
Amo de ti la puntualidad de tus caricias para espantar de mí la soledad, la agonía que invade cuando el fracaso se deja asomar, amo tu silencio cuando necesito un abrazo y comprendes como nadie mi dolor, amo tu mirada colmada de aliento cuando destellos de llanto humedecen mi alegría…
Llegaste a mi vida en el momento justo, cuando la llaga comenzaba a cicatrizar cuando el amor buscaba renacer en la mirada de alguien que me viera bella y única, no decidí enamorarme, decidiste enamorarme y fue entonces cuando me liberé del pasado y te
Por ti me fui internado sin miedos en los territorios mágicos del amor, olvidé los bordes de precipicios ciegos sedientos de mí, dibujé sueños de ilusión con tu caricias y bebí del cielo azul tus besos infinitos…
Por ti me volví fuego, amor de mis pensamientos, por ti soy llama ardiente en sangre embravecida, por ti estallo en deseos cuando restas las fronteras y te aproximas a mí, por ti me declaro en cada latir del corazón eternamente tuya…
Eres tu quien me salva del eterno torbellino llamado rutina, quien regala a mis cabellos jazmines en caricias… En tus ojos aprendí a descifrar los códigos secretos del amor, del enojo, de la culpa, del dolor…
Te amo porque sabes de mi más de lo que yo misma se, por ti ha vuelto a titilar la luz perfecta del amor en la mirada, en estos ojos que te retienen hasta cuando la oscuridad y la inconsciencia se apoderan de mi…
A ti amor te entrego la vida entre pétalos de rosas, por ti amor muero una y mil veces.
Dalia hernandez.
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