Ya comienzan mis miedos hoy, lo mismo que ayer. Porque tu esencia estalló en mi vida y se instaló en mi ser. Sorprendida y anhelante repaso los minutos, las horas…no hay medida del tiempo que pueda explicar tu marca.
Puedo ser capaz de mirar desde afuera mis manos dudosas, mi mente inquieta, mi inseguridad palpitante. Y aún así, una parte de mí está plácidamente sentada, con las piernas cruzadas, mirando el techo de mi cuarto, mientras contemplo sin sorpresa el resultado del deseo transformado en realidad. Esa parte de mí que tiene manos arrugadas , que lo sabe todo y que me trajo hasta aquí; a veces a mi pesar, contra mi voluntad, ignorando mis limitaciones. Esa parte de mí que sabía que no podría resistir a tu presencia sin rendirme, haciendo vanos los esfuerzos de tantos años de vivir, de endurecer, de alejar, de poder. Sonríe tierna al advertirme rendida, difusa, confundida…y dichosa.
Y me sigo debatiendo entre la dicha y la duda, pero mi cuerpo y mi mente responden sólo a tu recuerdo . Y agradecen cada una de tus atenciones para mi, de tus desvelos, de tus palabras , cada mirada silenciosa y profunda, cada suspiro aliviado, cada sonido de ese celular anunciandome que un texto tuyo acaba de arribar. Cada beso deceado, contenido, sostenido y tembloroso es revivido en mi mente , como seria si tan solo estubieras conmigo, trayendo una bocanada de sangre al lugar donde quisiera fuera depositado. Mi cabeza se inclina hacia atrás, tironeada por el recuerdo tuyo que esta aqui a cada segundo. Y un latigazo de aromas despierta mi cerebro, como si alguna molécula perdida de tu piel se hubiera escondido en mis resquicios, para soltarse en oleadas y traerme un poco de ti cuando no estás conectado conmigo
Las horas siguen pasando, aprovecho alguno para dormitar, otro para escribir… Ya no me son tediosos, son la excusa para encontrarme un ratito más contigo, en este renglón o en algún sueño.de otra vida o otro espacio anterior .
Autora: Dalia Hernandez.
No comments:
Post a Comment