Si no vienes hacia mí, no tengo previsto acercarme.
Si tus labios no me invitan, los míos no se convertirán en miel que te endulce, ni en bálsamo para curarte.
Si tu alma lo requiere, mantendré distancia prudencial de toda tu música. Ni una sola nota sonará sin tu permiso, sin tu necesidad.
Si así lo deseas, dejaré pasar esta vida, y otra, y cuantas más dicte tu omnisciente corazón, aunque yo crea que el mío sabe más de esto.
No es falta de valor ni de templanza mi paciencia. No es frío de miedo lo que me detiene.
Es que se que te tengo, que eres mio y despegarte de todo lo que te acompaña, me parece un sacrilegio. Como secar un lago sagrado, talar un árbol milenario o arrancar una fruta del árbol antes de su transformación alquímica. Como morderla y probar un agua dudosa, apenas saboreada, en lugar de un néctar maduro, consistente y embriagador, que inunde los sentidos y la consciencia.
Y entonces, al final de los tiempos, cuando ya estés listo, y lo comprendas todo, yo haré un ritual de fuego a tus pies, y danzaré como una india en trance. Y celebraré nuestra re-unión, como lo hago ahora, como lo hice siempre.
Autora:Dalia Hernandez.
SOS UN ASCO.
ReplyDeleteRobás los textos de bloggers con talento y los arruinás mezclándolos con tu inmunda producción.
DAS LÁSTIMA.
Carlos Cadorna.