En mi niñez, disfrute plenamente de travesuras
que no recibían castigo, de risas, de muñecas,
de una prima que fue mi mejor compañera de juegos.
En mis años de juventud, viví alegrías múltiples, amistades,
noviazgos, música, bailes, escuela, deportes, familia, en fin !
En mi vida adulta crei encontrar la fortuna , tambien crei obtener lo
más preciado en la existencia: Amor. y todo era mentira
Tuve experiencias duras y estas me sirvieron para demostrarme que
era suficientemente fuerte para tolerarlas.
Dios no nos daría cruces de hierro, si nuestra resistencia no
pudiese soportarlas.
Mis amigas se fueron lejos , nadie me dio la mano para
brindarme amor filial, comprensión y ternura.
Conseguí un nivel intelectual y emocional adecuado para mi
fui siempre una persona y me dí el lujo de desbordar cariño y ternura para
todos lo que me rodeaban.
Hice gala de paciencia con mis hijos que adornaron
mi vivir, con su inocencia cuando eran chicos.
Pero no tube a mi lado al hombre que respondíera con exactitud a mis requisitos:
Alegre, sincero, bondadoso, atractivo y por si fuera poco: romántico,
caballeroso, sensual. eso buscaba y eso no lo obtube
sentia que mi misión en la vida estaba concluida ya no apareceria nunca ese ser que yo soñaba ilusamente y me dispuse a firmar el libro de la vida, más algo me detuvo
Recapacite que si bien contribuí a que mi vida no fuese tan grata,
no todo lo que sucedió me correspondía, ni había sido obra mía .
Deje entonces la pluma en su lugar y emigre silenciosamente, pues
a pesar de mi vanidad, comprendí que en el registro de la vida de todo
ser humano, la primera huella y la ultima firma: Las pone Dios !
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