Friday, March 9, 2012

LOS PAPALOTES DE MI INFANCIA ...

Cuando era niña, los dias eran interminablemente entretenidos. Desde que comenzaba, el dia hasta caer la noche , eran días enteros jugando que dias de inocencia bendita eran aquellos !!!
Me fascinaba ver la lluvia, el viento, las tormentas, los relámpagos, y a menudo el granizo, la naturaleza no nos daba tregua, por lo que a penas escampaba todos los niños y niñas, salíamos en tropel a lanzarnos a la calle ,eramos como pajarillos a los que habian abierto las puertas de la jaula de par en par.
A pesar de los regaños de nuestros mayores , íbamos directos a meternos en los charcos. Chapotear era nuestra máxima ilusión; mancharnos de tierra la ropa, cara y manos, nos proporcionaba una inmensa alegría, y el ruido que producía el agua que caía dentro de las botas de goma, nos provocaba una risa explosiva y contagiosa, no así a mi madre, que no le hacía la más mínima gracia tener que coser los rotos que al roce con la goma mojada, se hacían en las medias jajajaja pobre mami cuantas perretas le hice pasar.

Cuando paraba la lluvia y salía el arco iris, el débil sol que tímidamente se asomaba entre las oscuras nubes, nos invitaba a jugar , ya que después de tantas horas de lluvia, el sol Cubano salia resplandeciente
El final de la lluvia, traia consigo un olor a tierra mojada penetrante y provocador, que nos incitaba a salir al campo próximo a casa a volar nuestros papalotes, (cometas.) Era entonces cuando nos lanzábamos a la caza y captura de cañas, papel, trozos de tela, cuerda… para confeccionarlas. , y una vez que teniamos todo en nuestro poder, me pertrechaba con los materiales, me sentaba en el suelo del patio, y con toda la calma y paciencia de que era capaz, me entregaba al “delicado arte de crear papalotes (cometas”).
Con un viejo cuchillo de cocina de la Cata , abría las cañas por la mitad, las cortaba al largo deseado, colocándolas de tal manera, que formaran un exágono, (a veces un octógono), las ataba en el centro bien firmes, y con la misma cuerda, las iba uniendo en los extremos en la parte de fuera, quedando así el exágono perfectamente definido y formado. Luego, extendía en el suelo un llamativo papel de seda o charol, y colocando sobre él, las cañas .Iba doblando hacia dentro el sobrante, pegándolo con la goma que nosotros mismos hacíamos
Una vez terminada, en papel de diferente color, dibujaba unos grandes ojos, una redonda nariz, y un a boca con una enorme sonrisa, las recortaba y las pegaba al papalote (cometa) . En el centro ataba la cuerda que serviría para hacerla volar.
A una de las cañas cosía los trozos de tela que mi abuelita Catalina me daba, y que yo unía con nudos formando una larga tira de variados colorines, que sería la cola, que cuando mi bonito papalote ( cometa) levantaba el vuelo, caracoleaba danzando en el aire, siendo la envidia de todos los niños y niñas de "Lajas"que nos reuníamos para competir, a ver quien hacía el papalote (cometa) más bonito, y cual volaba más alto.
Yo imaginaba cómo se verían las casas desde allá arriba; pensaba que sería estupendo poder subir a lomos de mi cometa, y surcar los vientos, llegar hasta las nubes, y pasar a través de ellas.
Recuerdo un día que en mi afán de querer hacerlo volar lo más alto posible, tanta cuerda le di, y tan alto subió, que se rompió y tuve que ir bastante lejos a buscarlo. Cuando lo encontré estaba destrozado, pero volví a casa, y rápidamente hice otro.
¡Qué bonitos eran mis papalotes (cometas!) Cuanta nostalgia siento hoy Dios de mi vida!
Uno de estos días que haga bastante aire, haré uno e iré al campo a volarlo, deceando que llegue tan alto para ver a Dios , a mi madre y pedirles que me permitna volver a volar libremente en Lajas" uno de estos papalotes ! (cometas).
Autora:Hilda Portilla.

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