Friday, February 15, 2013

Por las mañanas la veía peinarse su largo pelo blanco enroscándolo en un moño,Siempre la conocí vestida de negro, menuda, pequeña, sin edad, muy arrugada curtida por el sol, por los años de carencias, por el silencio, por las lágrimas dejadas a lo largo de la vida.su figura encorbada jamaz podre borrarla de mi mente
Nunca la escuche pedir nada, soñar nada ,solo la vi moverse siempre con rapidez para los demás,en aquella casita pobre de madera, un lugar humilde donde siempre olía a cafe recien colado, un sagrado corazón custodiaba su cama, una cama que siempre me resulto muy alta, muy grande, como ella.
Entre sus manos hilo y una aguja de croché y el tiempo, ese tiempo que se cobra la vida ,una vida demasiado dura,sin reproches, sin esperar nada, como las tardes de verano cuando el aire se hace pesado, cuando el reloj se detiene y solo puede oírse el canto de los grillos .Hecho de menos esa calma, esas tardes sentados baja las hojas de aquella mata deciruelas de su patio, tan vieja como ella, aquellas conversaciones entre mi Cata  y yo, aquellos recuerdos compartidos, de hambre, de miseria,de aquellos que se fueron sin dejar más que su recuerdo, solo para parar a la llamada del café, aquel ritual que se repetía cada tarde,   olor a café recién colado de mi Cata, Dios casi puedo volver a sentirlo, fue ella la que me inició en el sabor amargo que me acompañaría toda mi vida, algo que sin ella ser consciente haría que la recordase siempre.
Un día llegó el sueño, un sueño que la  llevó al final,  fui la culpable, la deje sola aun sabiendo que ella moriria al perderme y ese solo recuerdo me acompana sin que haya podido perdonarmelo jamaz , Fui la culpable, la que que apagó tu vida sin querer aun amandote tanto
Aun siento la pena que me  dejó tu ausencia, como el otoño desnuda la el arbol de sus hojas para volver de nuevo en primavera, como tu presencia en mi corazón, en estos días más acusada, como si quisieras hablarme igual que hacías antes , ha pasado mucho tiempo pero tu sigues aquí conmigo, cuando duermo abrazada en tus sabanas de croché, cuando crece el verde en primavera inundándolo todo,cuando cierro lo ojos y puede verte, menuda, pequeña con tu piel muy blanca tan arrugadita, puedo sentir que me llevas de la mano, que me dices con cariño que deje meterme en los charcos, que pare quieta,puedo sentir que estás aquí siempre conmigo.
Autora Hilda Portilla

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